Me senté durante una bonita mañana, la semana pasada, a orar con las hermosas lecturas para la Vigilia Pascual. Me gusta orar con estas escrituras durante la Semana Santa porque presentan, en forma condensada, toda la Historia de la Salvación. Las lecturas comienzan, como siempre, con la gloriosa historia de la Creación (Génesis 1:1-2), que incluye la creación del hombre y la mujer, y terminan con la victoria de Jesús sobre el pecado y la muerte en la Resurrección.
Para apreciar mejor el significado de la Tumba Vacía, pensé que valdría la pena pasar un poco de tiempo orando con Génesis 3 y 4 para hacer un recuento de las consecuencias del Pecado Original en la relación entre el primer esposo y la esposa, Adán y Eva.
En Génesis 3:7, las Escrituras señalan que después de que Adán y Eva comieron del Árbol de la Sabiduría del Bien y del Mal, "se abrieron los ojos de los dos y descubrieron que estaban desnudos. Por eso se hicieron unos taparrabos, entretejiendo hojas de higuera.". Lo primero que Adán y Eva debieron sentir en ese momento fue miedo por su diferencia sexual, ya que inmediatamente se cubrieron.
La parte de sus cuerpos que les permite llevar a cabo la unión de una sola carne a la que Dios los llamó cuando loa unió a ellos y les dijo: "Sean fructíferos y multiplíquense", se convirtió en una fuente de temor. La inocencia original que ésta primera pareja experimentó el uno con el otro, cuando Adán exclamó: "¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne!", se desapareció y en su lugar entró la lujuria.
La siguiente escena de esta tragedia no solo tiene que ver con el temor que ahora tienen uno hacia el otro, sino también la vergüenza. Porque "se ocultaron de Él, entre los árboles del jardín.". Dios los llama y el hombre responde: "Oí tus pasos por el jardín, y tuve miedo porque estaba desnudo. Por eso me escondí." Dios entonces confronta a Adán acerca de haber comido del árbol prohibido, a lo que Adán automáticamente responde, "ella me obligó a hacerlo". De este modo, la irresponsabilidad y la culpa entran en escena. De hecho, Eva hace lo mismo cuando es cuestionada por Dios, culpando a la Serpiente. Adán y Eva dan la bienvenida a la discordia en su relación y se vuelven incapaces de asumir la responsabilidad de sus propias acciones.
Otras consecuencias del Pecado Original se describen en el resto de Génesis 3 y 4. La enemistad, también conocida como odio, ahora existirá entre la Serpiente (el Diablo) y su descendencia (demonios) y la mujer y su descendencia (la humanidad). Esto incluiría a María y a Jesús, por supuesto. "A la mujer le dijo: 'Intensificaré los dolores de tu parto; con dolor darás a luz hijos'". Así que aquí entra el dolor físico, donde antes no existía. Las malas consecuencias continúan para la mujer. “Sentirás atracción por tu marido, y él te dominará". Ya no compañeros iguales, la relación entre marido y mujer está ahora empañada por la dominación masculina por parte de él y el servilismo por parte de ella.
Las cosas tampoco le fueron bien al hombre después de la Caída. Si bien antes eran libres de comer de todos los árboles del Jardín excepto de uno, Adán ahora tendría que "fatigarse" y luchar con la tierra maldita para producir alimentos. "Ganarás el pan con el sudor de tu frente,". El sufrimiento hace su gran entrada en la historia humana y también la muerte. En Génesis 3:22 dice, “El hombre ha llegado a ser como uno de nosotros en el conocimiento del bien y del mal. No vaya a ser que ahora extienda su mano, tome también del árbol de la vida, coma y viva para siempre.” Y Dios los expulsó del jardín.
A pesar de su desobediencia, el Señor demuestra su amor por sus criaturas, “El Señor Dios hizo al hombre y a su mujer unas túnicas de pieles y los vistió.” Resulta que la caída también trae consigo el consumo de animales por su piel y carne.
En Génesis 4 somos testigos de la entrada del resentimiento y los pecados capitales de la envidia y el asesinato en la vida familiar de Adán y Eva. El hijo primogénito de Adán y Eva, Caín, asesina a su hermano menor, Abel. Así que para recapitular; El pecado original introdujo al matrimonio y a la vida familiar lo siguiente: el temor, miedo, lujuria, vergüenza, irresponsabilidad, culpa, discordia, enemistad, dolor, dominación masculina, servilismo, sufrimiento, resentimiento, envidia y asesinato. Definitivamente, el matrimonio y la vida familiar necesitan a un Salvador.
Hace seis semanas nuestra frente fue marcada con una cruz de cenizas, cenizas que representan nuestra participación en el legado pecaminoso de nuestros primeros padres. Parece apropiado que las cenizas sean colocadas en nuestras frentes, el lugar donde somos sellados con el Crisma durante el bautismo, cuando somos reclamados para Dios. Nuestro bautismo y adopción en la familia de Dios hace posible vivir un tipo de vida diferente.
La Tumba Vacía que Jesús dejó atrás es un recordatorio de que la obra redentora de nuestro Señor en la cruz y su resurrección tienen implicaciones significativas para el matrimonio. La Tumba Vacía significa que es posible reclamar el matrimonio del Génesis antes de la Caída. Dios entró en la historia de la humanidad en la persona de Jesús, para redimirnos individualmente, pero también para restaurar y hacer todo nuevo. Nuestros matrimonios y nuestras relaciones familiares son redimibles; si lo aceptamos.